Demanda de Cargas de Enfriamiento
Se debe ser cuidadoso al escoger el sistema de acondicionamiento de aire, para no sobrepasar el tamaño o capacidad de lo que en realidad se necesita, porque los sistemas sobre diseñados o sea de mayor tamaño tiene menor eficiencia, además estos sistemas pueden dar un mando pobre sobre le control de la humedad y variaciones grandes de temperaturas.
El sistema debe ser clasificado con un tamaño correcto, calculando las cargas con precisión para que así el sistema puede remover las cargas tanto externas (sol, entradas de aire) y las internas (iluminación, ocupantes, cargas de tapón, etc.). Dentro de las cargas de tapón se incluye cualquier equipo eléctrico, en los edificios comúnmente son computadoras, copiadores y otros equipos relacionados, lo que corresponde típicamente al 15 o 20% de la carga total de enfriamiento, la proliferación de estos equipos se ha vuelto preocupante, por esto se presentan varias alternativas al momento de calcular la carga de estos equipos:
1) Usando información basada en el uso y ocupación del sistema.
Esta opción no es a menudo utilizada, porque en el diseño de edificios se toman decisiones que pueden variar hasta después de la construcción.
2) Usando los datos de la placa del fabricante.
Esta opción tiene uso limitado para el equipo de oficina, ya que algunos de estos equipos no presentan una información detallada, por esto ASHRAE recomienda un factor de 4.4 watt por pie cuadrado.
3) Datos en base a la experiencia del diseñador.
Esta es la técnica mas común, aquí las asunciones oscilan entre 2 a 5 watt por pie cuadrado.
Estudios recientes han demostrado que la información descrita en las placas no es la que generalmente representa al equipo, comúnmente esta entre el 20 a 50 % de este valor.
La suma de estos datos de placas pueden alcanzar valores de cargas excesivamente grandes e irreales, por esto se utilizan valores obtenidos en estudios sobre el consumo estimado o real, lo que da valores menores de carga, y por ende menores dimensiones del equipo lo que se refleja directamente en menor consumo de energía eléctrica.
Se debe ser cuidadoso al escoger el sistema de acondicionamiento de aire, para no sobrepasar el tamaño o capacidad de lo que en realidad se necesita, porque los sistemas sobre diseñados o sea de mayor tamaño tiene menor eficiencia, además estos sistemas pueden dar un mando pobre sobre le control de la humedad y variaciones grandes de temperaturas.
El sistema debe ser clasificado con un tamaño correcto, calculando las cargas con precisión para que así el sistema puede remover las cargas tanto externas (sol, entradas de aire) y las internas (iluminación, ocupantes, cargas de tapón, etc.). Dentro de las cargas de tapón se incluye cualquier equipo eléctrico, en los edificios comúnmente son computadoras, copiadores y otros equipos relacionados, lo que corresponde típicamente al 15 o 20% de la carga total de enfriamiento, la proliferación de estos equipos se ha vuelto preocupante, por esto se presentan varias alternativas al momento de calcular la carga de estos equipos:
1) Usando información basada en el uso y ocupación del sistema.
Esta opción no es a menudo utilizada, porque en el diseño de edificios se toman decisiones que pueden variar hasta después de la construcción.
2) Usando los datos de la placa del fabricante.
Esta opción tiene uso limitado para el equipo de oficina, ya que algunos de estos equipos no presentan una información detallada, por esto ASHRAE recomienda un factor de 4.4 watt por pie cuadrado.
3) Datos en base a la experiencia del diseñador.
Esta es la técnica mas común, aquí las asunciones oscilan entre 2 a 5 watt por pie cuadrado.
Estudios recientes han demostrado que la información descrita en las placas no es la que generalmente representa al equipo, comúnmente esta entre el 20 a 50 % de este valor.
La suma de estos datos de placas pueden alcanzar valores de cargas excesivamente grandes e irreales, por esto se utilizan valores obtenidos en estudios sobre el consumo estimado o real, lo que da valores menores de carga, y por ende menores dimensiones del equipo lo que se refleja directamente en menor consumo de energía eléctrica.